Tonolec

Anoche fui a ver a Tonolec, un dúo que hace música electrónica tribal. Canciones tobas con arreglos de teclados y compu. Tienen algunos instrumentos como esa cosa hecha con pezuñas de cabra y unas maraquitas muy lindas. Hay algo fascinante en ver un charango y una laptop en el mismo escenario. Pero lo más importante es ella, Charo, la cantante, tiene una voz que se te clava como puñaladas en el pecho. En la cabeza. Yo tenia más de una Heinequen (que auspicia este comentario) encima y lo ví todo medio en trance. Ella tenía un corsé con piedras y alambres dorados engarzados y una faldita en tiras, tipo soldado griego.
Llevaba unos postizos como mechones hacia los costados y uno largísimo atrás, como algún animal salvaje. Tiene durísimos rasgos aborígenes y es hermosa. Me hizo acordar a Wonder Woman. En el colectivo, yendo para el Café de la Flor, donde se hizo la cosa, vi a una mina que trabajaba en una pizzería a la que iba todo el tiempo con mis amigos, que tiene ese tipo de cara, el pelo negrísimo, los ojos rasgaditos, la boca, la piel, Vanina… de lo mejor que vi en mi vida. Uf, quiero una princesa Inca.
Le había pedido a una amiga, Coqui, que me acompañe, y me puso al día de su plan de ir a vivir a Paris con su novio por un año y me resumió sus problemas habitacionales. Me dijo que casualmente había escuchado a Tonolec en la tele hacia unos días y me agradeció haberla obligado a ir. Reflexioné que la próxima vez que los viera sería en Europa y tendría que pagar 50 euros la entrada.
Después de ahí nos fuimos a una fiesta de graduación de un amigo y agregue x número de cervezas a las que ya tenía. Y me puse al día del rollo de la separación de una migo. En un juicio justo, el matrimonio perdería contra la soltería. Había un prostíbulo en la casa de al lado.
Después me fui a Luna, que hacía mil años que no iba. La misma mierda de siempre (Luna no auspicia este comentario) y me cruce con una ex, V, de esas que nunca se me van a borrar de la cabeza. La semana que viene la voy a llamar por enésima vez para que venga a comer y no me la voy a cojer, por enésima vez, o quizás si, quien sabe.
Amanecí con la lengua azul. No recuerdo haberme comido ningún Pitufo.
Anyway, cuando terminó el recital Coqui y yo nos compramos el CD, cosa que le recomiendo a todos que hagan.