Día 6: City of the Dead
Contraté una excursión (150 dólares) a Santa Clara que es El Lugar al que tenía que ir, es la ciudad que toma Guevara y gana la Guerra Revolucionaria y ahí están emplazados el monumento y el mausoleo del Che que son el mismo lugar. Hoy es sábado y la excursión es el martes y visitaríamos Cienfuegos, Santa Clara y Sancti Spiritus, donde dormiríamos, Trinidad la mañana siguiente y vuelta a La Habana. Esta excursión al mismo tiempo es un manotazo de ahogado para ver si me engancho a alguien como compañero de viaje ya que la soledad se siente y mucho y lo que es peor, es poco práctica, mi plan de hacer un grupito y alquilar un auto, compartir habitación y/o taxis se esta yendo rápidamente al carajo. Pase por la estación de colectivos y averigüé precio, 50 dólares el pasaje a Santiago, me pareció caro aunque ya perdí perspectiva del valor de la plata, y a eso tendría que sumar pasajes a otras ciudades, Playa Girón, Guantánamo, algún que otro pueblo y excursiones a los campamentos de la Sierra Maestra, si es que existen. No me hace falta sentarme a hacer números para darme cuenta que la plata que tengo no me alcanza para cumplir el plan original y ya me estoy saliendo de presupuesto lo que quiere decir que me quedo todo el tiempo en La Habana, exceptuando esa excursión a Santa Clara y una que podría hacer a Varadero.
Por la tarde fui caminando (30 cuadras?) hasta el cementerio de la Habana: en el camino encontré la casa de un tipo que vendía libros de saldo y usados y me compre 4 tomos de Escritos y Discursos del Che, Mi Hijo el Che, de Ernesto Guevara padre, en tapa dura y unas buenas fotos (especialmente una de un Ernesto de 20 años en un barco de la flota mercante con una gorra de capitán), y Con la Adarga al Brazo, una recopilación de anécdotas sobre el Che. Todo por 10 dólares, una ganga.
La Necrópolis de Colón, y es, efectivamente, una ciudad de los muertos. Es inmenso y tiene calles internas con paradas de taxis y todo. Tumbas con forma de templos griegos o de catedrales, muchísimas estatuas de Ángeles, Cristos y esas cosas. Era un hermoso día de playa y yo lo estaba pasando en el cementerio, pero no importaba, ya podría ir mas adelante, no?
Volviendo por esta gran avenida, Allende, me encaró un cubano haciéndose el amigo y con que de donde era? Uh, Argentina, yo estuve en la UBA en marzo en un intercambio, yo soy profesor de economía, voy para la universidad ahora, dice, y hace un gesto con su maletín, y estoy muy contento porque mi mujer acaba de tener a nuestra primer hija, así que lo felicité. Sabes que es el ventolín? Me dice, y como no voy a saber si es lo que chupaba Guevara para el asma. Te puedo pedir un favor? me dice, y saca de su maletín un cosito de esos para el asma y le saca el tarrito del medicamento, dice, No me puedes comprar esto en una farmacia para turistas que a nosotros nos los cobran 80 y blablabla y me hace un matete de números que eran todos altos. Y me termina pidiendo que le compre un paquete de no se cuantos, por no se cuanta guita, que ni en pedo, pero le dije que uno le compraba para ayudarlo, no le iba a dar la guita, a papa mono con bananas verdes. Así que me dijo muy agradecido, Si, que muchas gracias, la Farmacia queda acá, al lado del Habana Libre. What the fuck?! eso era a 15 cuadras de donde estábamos, así que le dije que no iba a ir hasta allá, y me dice, Puedes darme el dinero y yo voy y lo compro, No te puedo dar 10 dólares, le dije, Por favor, te beso los pies, dijo, y le di 3 y me fui a seguir mi camino. Otro estafador de La Habana. ME quede pensando en el buen discurso que tenia el guacho y en como casi entro como un caballo, y gracias a que estoy durísimo, que si venís medio verde le das 50 dólares para su esposa inexistente que acaba de tener a su primer hija inexistente.
Termine mi vuelta en la Habana Vieja de nuevo que es alucinante, pero no se que voy a hacer acá dos semanas más. Rectifico, no se que mierda voy a hacer...
Por la tarde fui caminando (30 cuadras?) hasta el cementerio de la Habana: en el camino encontré la casa de un tipo que vendía libros de saldo y usados y me compre 4 tomos de Escritos y Discursos del Che, Mi Hijo el Che, de Ernesto Guevara padre, en tapa dura y unas buenas fotos (especialmente una de un Ernesto de 20 años en un barco de la flota mercante con una gorra de capitán), y Con la Adarga al Brazo, una recopilación de anécdotas sobre el Che. Todo por 10 dólares, una ganga.
La Necrópolis de Colón, y es, efectivamente, una ciudad de los muertos. Es inmenso y tiene calles internas con paradas de taxis y todo. Tumbas con forma de templos griegos o de catedrales, muchísimas estatuas de Ángeles, Cristos y esas cosas. Era un hermoso día de playa y yo lo estaba pasando en el cementerio, pero no importaba, ya podría ir mas adelante, no?
Volviendo por esta gran avenida, Allende, me encaró un cubano haciéndose el amigo y con que de donde era? Uh, Argentina, yo estuve en la UBA en marzo en un intercambio, yo soy profesor de economía, voy para la universidad ahora, dice, y hace un gesto con su maletín, y estoy muy contento porque mi mujer acaba de tener a nuestra primer hija, así que lo felicité. Sabes que es el ventolín? Me dice, y como no voy a saber si es lo que chupaba Guevara para el asma. Te puedo pedir un favor? me dice, y saca de su maletín un cosito de esos para el asma y le saca el tarrito del medicamento, dice, No me puedes comprar esto en una farmacia para turistas que a nosotros nos los cobran 80 y blablabla y me hace un matete de números que eran todos altos. Y me termina pidiendo que le compre un paquete de no se cuantos, por no se cuanta guita, que ni en pedo, pero le dije que uno le compraba para ayudarlo, no le iba a dar la guita, a papa mono con bananas verdes. Así que me dijo muy agradecido, Si, que muchas gracias, la Farmacia queda acá, al lado del Habana Libre. What the fuck?! eso era a 15 cuadras de donde estábamos, así que le dije que no iba a ir hasta allá, y me dice, Puedes darme el dinero y yo voy y lo compro, No te puedo dar 10 dólares, le dije, Por favor, te beso los pies, dijo, y le di 3 y me fui a seguir mi camino. Otro estafador de La Habana. ME quede pensando en el buen discurso que tenia el guacho y en como casi entro como un caballo, y gracias a que estoy durísimo, que si venís medio verde le das 50 dólares para su esposa inexistente que acaba de tener a su primer hija inexistente.
Termine mi vuelta en la Habana Vieja de nuevo que es alucinante, pero no se que voy a hacer acá dos semanas más. Rectifico, no se que mierda voy a hacer...
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